Creemos que los estilos de crianza van a marcar las primeras relaciones de los niños con sus padres. Destacamos la importancia de la sincronía entre las necesidades del hijo y de los padres, si ésta no es adecuada se produce un desajuste en las interacciones y como consecuencia la aparición de trastornos en el desarrollo. Ilustramos la hipótesis con tres casos clínicos. Damos una gran importancia a las interacciones niño/adulto en la primera etapa de la vida para la construcción de la mente humana. El acompañamiento de los profesionales en el proceso de la crianza puede contribuir a la prevención de este tipo de trastornos.
Palabras clave: crianza, interacciones, necesidades.
Para centrar nuestra aportación vamos a darles diferentes definiciones de crianza:
- Crianza: acción de criar a un hijo
- Crianza: ayudar a desarrollarse
- Crianza: ayudar a crecer
- Criar es adquirir gradualmente
- Criar: adquirir cortesía, urbanidad y buena educación
- Crianza como proceso en el tiempo y el espacio que permite tener cuidado del niño hasta que se hace adulto
Teniendo en cuenta estas definiciones, consideraremos a la familia como:
- la familia facilitadora del desarrollo
- la familia como elemento contenedor
- la familia como elemento clave en la simbolización
- la familia en el papel de protección/cuidador de los hijos
- la familia como elemento procurador de salud
- la familia en el papel organizador
- la familia como impulsora de la sociedad
Vamos ahora a exponer algunos de los elementos que intervienen en la crianza:
- afecto
- sentido común
- capacidad organizadora
- capacidad contenedora
- creencias
- socialización
- educación
- nivel socioeconómico
Dependerá de cada grupo humano, según sus baremos éticos y organización, la importancia que se le dará a cada uno de estos elementos.
La combinación de estos seis puntos y el potencial biológico del niño/a enmarcaran el nivel de socialización y educación del niño/a, así como su capacidad de aprendizaje.
Ahora consideramos de gran importancia en nuestro trabajo diario, el tener en cuenta y conocer “El ciclo vital de las familias: las necesidades de las familias en función de su parentalidad y las necesidades de los hijos”. Creo que muchos de los conflictos interaccionales los podemos atribuir a la no coincidencia entre estos dos ciclos vitales y a su antítesis.
No vomos a defender la familia clásica como única institución válida para la crianza de los hijos, pero sí vamos a defender el rol que deben desarrollar los adultos que tengan a su cargo niños. Este rol debe ser contenedor, organizador y protector de la vida de los niños, todo ello acompañado del afecto necesario.
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